(PRIMER AMOR)
Un pequeño y travieso Arlequín.
de puntillas, paseaba por un jardín;
el duendecillo estaba enamorado
por lo que, en Cupido, sé ha transformado.
En el jardín dos niños perdidos
jugaron a juegos prohibidos;
y, cuando sus dedillos el arco tensaron,
ellos, casi sin darse cuenta, se amaron.
Basto solo ese "¡¡TE QUIERO!!"
que brota del amor primero
oara que todo comenzará a cambiar
y los niños conjugaran el verbo Amar
entre caricias y besos robados;
susurros del corazón fugados.
Como la rosa quiere a la lluvía;
así te quiero yo, como el sol al día;
mil veces ellos sé repetián
jurándose que de amor morian.
Amor eterno sé prometieron
cuando sus labios sé unieron
en ese mágico y maravilloso momento
en el que hasta el aire era sentimiento.
Abrazados los encontró la madrugada,
en sus pupilas tenian la pasión pintada;
y el sol, emocionado, conmovido,
lloró porque a la luna había querido.